La Habana, Cuba. – Un buen esfuerzo tendrá que hacer el Ministerio de la Agricultura y en general el campesinado nacional, en la llamada Campaña de Frío que comienza el próximo Primero de septiembre.

No son pocos los escollos que hay que enfrentar en esa etapa de siembra y cosecha durante el casi inexistente invierno cubano, cuando la nación sufre una sequía que parece no tener fin. En el centro del país, la falta de agua se ha sentido con fuerza, aunque los agricultores de Ciego de Ávila hicieron un esfuerzo supremo, y a pesar de paralizar casi 800 estaciones de bombeo, acopiaron 200 mil toneladas de alimentos en los primeros siete meses del año.

Loable resultado de una provincia puntera en un sector que pugna por crecer, pero que aún tiene deudas con la economía nacional, y sobre todo con la mesa de los cubanos.

Buscar rendimientos más altos

Los próximos meses, desde septiembre hasta marzo, son estratégicos para los resultados agrícolas del año venidero.

En esa Campaña de Frío se garantiza el 70 por ciento de la producción de 2018  por eso es imprescindible buscar eficiencia en la siembra, para que crezcan los rendimientos por hectáreas, y también en el riego, con el uso exacto de la poca agua disponible.

Hay que tener en cuenta que la demanda de alimentos es creciente con el auge casi constante del turismo, que obliga a alimentar a más de 15 millones de personas, lo que hace imprescindible alcanzar mejores cosechas agrícolas.

Una buena parte de lo que comeremos mañana está en dependencia de lo que se sembrará a partir de septiembre, por eso ahora hay que ir calentado la campaña de frío.