Rosalía (1837-1885) es considerada como una de las mejores poetisas y novelistas en lengua gallega y castellana. Foto: Tomada de poesia.es

Rosalía (1837-1885) es considerada como una de las mejores poetisas y novelistas  en lengua gallega y castellana. Es por eso que se ubica como figura central del Resurgimiento de la literatura gallega en el siglo XIX. Aunque fue en la poesía donde más se destacó con sus legendarios poemarios Cantares gallegos, Follas Novas y En las orillas del Sar, también fue una asidua cultivadora de la prosa.

Es una autora vigorosamente humana, contradictoria y enigmática que se siente víctima del destino y se revuelve contra él. Se abraza con el dolor, se muestra compasiva y llena de resentimiento, intimista y comprometida en poesía social, a veces iluminadora de las más profundas grutas del alma.

Una escritura de búsqueda de una definición identitaria, tanto individual como colectiva, dentro de la compleja red de castas, razas y lenguas que componen su universo social, la posicionan como precursora de la poesía española moderna.

¿Exaltación o repudio del suelo patrio en el armazón poético de Rosalía de Castro?

Rosalía de Castro era una mujer que expresaba siempre lo que pensaba sin temores. En su primer libro poético La flor (1857) aborda temas como el dolor, la duda y la angustia, entre otros. Luego le siguieron Cantares gallegos (1863) obra fundacional que representaba un canto colectivo que sirvió de espejo dignificante a la comunidad gallega al emplearse esta lengua. Más tarde Follas Novas (1863), donde contempla el éxodo de gallegos que emigran para América. En ese poemario la poetisa con inmensa tristeza los ve partir distinguiendo el dolor de dejar la propia tierra en busca de un porvenir incierto.

En Cantares gallegos (1863) nuestra poetisa asume la voz del pueblo gallego. En dicha creación se encuentran recogidos diferentes núcleos temáticos como el costumbrismo, el amor, el intimismo y lo social- patriótico. El espíritu patriótico está asociado a la nostalgia y al apego evidente a sus orígenes. Ella sufrió en carne propia los dolores y angustias de su pueblo. Es por ello que hace uso de la poesía para expresar los infortunios. En su dolor se ve reflejado el pueblo gallego, y el padecimiento de una comunidad que atravesaba períodos de pobreza y enfermedad:

                                                          «Cuando os oigo tocar,
                                                          campanitas, campanitas,
                                                          sin querer vuelvo a llorar.

 

                                                        Cuando de lejos os oigo
                                                      pienso que por mí llamáis
                                                       y de las entrañas me duelo.

 

                                                     Me duelo de dolor herida,
                                                    que antes tenía vida entera
                                                   y hoy tengo media vida (…)[1]

Con una voz viva y coloquial Rosalía se adentra a la complejidad y el profundo sentir del mundo rural. Los Cantares gallegos no fueron escritos con una finalidad puramente estética, su intención radica en mantener vigente sus orígenes a partir de la exaltación de su  tierra, su lengua y el paisaje de Galicia.

Follas Novas (1863) se acerca más al tema de la inmigración. Rosalía ya no se centra tanto en el folklore, los tópicos costumbristas, el popularismo; sino que ahora ahonda en los sentimientos, en la problemática social. En este poemario nos adentramos nuevamente al dolor de partir de la vida trabajosa y dura de los labradores pobres, de los niños y mendigos desamparados y maltratados por el frío.

Contempla el éxodo de sujetos que emigran de Galicia hacia América en aras de una solución a la pobreza y condiciones de vida. Con inmensa tristeza los ve partir sintiendo en carne propia el dolor de dejar atrás su suelo patrio. Sin embargo, no falta aquí el sentimiento que embarga la autora haciendo alusión a la situación social que provoca la emigración y la nostalgia del individuo sobre lo que ha dejado atrás.

La naturaleza es un tópico imprescindible en su armazón poético. En «¡Adiós!», vemos la imagen del sujeto lírico que no observa desde lejos su entorno natural, sino que la siente cerca  y sufre por la partida y distancia de sus propias raíces:

                                                            «Adiós ríos; adiós fuentes
                                                             Adiós, regatos pequeños
                                                              Adiós visión de mis ojos
                                                              No sé cuando nos veremos.»[2]

A través de sus versos se van perfilando situaciones y tipos humanos: la partida, las cavilaciones anteriores a ella, los adioses, el emigrante que marcha contento y esperanzado, el emigrado que vuelve, las viudas de los vivos y de los muertos. Follas Novas constituye un verdadero fresco del fenómeno social de la emigración.

En las orillas del Sar vuelve a insistir en las emociones angustiosas reflejadas en su poesía evocando a su patria lejana y sufriente. Sus imágenes son de emigrados errantes que contienen en sí visiones y sentimientos que se complementan. En el poema «Cada vez que recuerde tanto oprobio» el enfoque es desigual ya que la emigración es vista desde el sitio de donde sale, no es el canto del emigrado mismo, sino del que se queda atrás, y lo ve partir, como los hijos, la esposa, la familia.

En « ¡Volved! » nuestra autora recoge ese sentimiento de dolor por los que se han ido y al mismo tiempo los exhorta a que vuelvan a su tierra natal que los espera con los brazos abiertos. Es un poema donde exalta lo más sentido y bello que se ha escrito en la poesía castellana sobre la emigración.

El dolor por los que se han ido inunda todo el poema. Enfatiza en aquellos que ya lejos de su patria no piensan en un retorno. Para enfatizar en ese sentimiento, la autora hace uso de algunos contrastes como dejan/ volver, partid/ volved, elementos que enfatizan el anhelo de nuestra poetisa del eventual regreso de aquellos que han dejado su suelo patrio.

A modo de cierre

Rosalía de Castro emprendió una importante renovación en todos los géneros literarios, pero fue en la poesía donde alcanzó su máxima posición. Es considerada en las letras españolas como una de las escritoras más ilustres y más destacadas. Su armazón lírico trajo un cambio sustancial en las formas de ver la realidad, la cual nos conduce a una interpretación singular de sensaciones, de temas tratados, de estilo, de sentimientos y conflictos humanos.

Los tintes de la poesía social, las emociones angustiosas, la inconformidad con el medio y las ansias de libertad, constituyen de alguna manera elementos emblemáticos que caracterizan su notable escritura.

Su amor a la patria, su preocupación por el destierro, su añoranza, el empleo de la naturaleza, el uso de símbolos para explicar lo inefable, las metáforas, su profundidad en los poemas, el lirismo subjetivo y su radical intimismo, son mecanismos notorios de su poesía.

[1] Rosalía de Castro: Cantares gallegos. Versión  digital. p.1.

[2] Rosalía de Castro: “Adiós, ríos; adiós fuentes”, en op.cit., Versión digital. p. 1.