Tranquilo, Chencho, tranquilo; no seas tan alarmista; más que provocar angustia entre la ciudadanía, se ha de llamar a la calma y alentar la disciplina.

Ya este pueblo se enfrentó a una horrenda tiranía que fue peor que una plaga de truculencia asesina, y apenas la hubo vencido, la crueldad imperialista -como un cáncer implacable- se le ha estado echando encima.

De todo ha sufrido Cuba, para ahogar su economía: la agresión bacteriológica trajo la fiebre porcina, y con aedes aegypti, dengue, chicungunya, zika; el caracol africano que los campos contamina, el bloqueo que reprime de insumos y medicinas… Somos un pueblo alertado y nada nos intimida; pero debemos cuidarnos para preservar la vida, y seguir dando batalla a la COVID y su pandilla.

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