La Habana, Cuba. – La antigua sabiduría china, que invita a reflexionar mediante objetos y comparaciones, nos legó el proverbio que reza que “una imagen vale más que mil palabras”. Y eso es verídico cuando la palabra se desperdicia en banalidades y se derrocha en torpezas, pues quien mucho habla yerra bastante… Pero los chinos de la antigüedad no conocían la radio ni el cine ni la televisión, medios en los cuales la falta de talento del realizador nos hace perder el tiempo en imágenes y textos cargados de futilidad y tontería.

La Radio Cubana, que este martes  está cumpliendo 95 años, se ha librado de la frivolidad comercial, del facilismo ramplón, de la demagogia politiquera, del hipnotismo consumista y de todos esos males que el capitalismo genera para ensombrecer la inteligencia y controlar las rebeldías.

Más radio, más cubanos

Por ser más económico, inmediato y expandido que otros medios, la capacidad movilizadora de la radio es incomparable.

El sistema nacional de radio se distribuye por todo el archipiélago cubano en grandes y pequeñas emisoras, tanto las que transmiten desde La Habana como las que se diseminan por capitales de provincias y cabeceras municipales, llevando el mensaje transformador de la Revolución y entrelazando a las pequeñas comunidades.

Ni siquiera en los sitios más remotos de nuestra geografía, ningún cubano está solo, porque lo acompañan a toda hora las frecuencias de la radio. Una voz solidaria se tiende para él, le abraza en amistad, le hace saber cómo marcha el proyecto de todos, la música de todos, la alegría de todos.

La Radio Cubana avanza hacia su centenario con la confianza de contar con usted en este quinquenio en que fortaleceremos más nuestra unidad de pueblo soberano.