Habana Vieja, testigo de 498 de historia

La Habana, Cuba. – Cuentan los cronistas de antaño que hace 498 años, un grupo de conquistadores españoles -a la sombra de una ceiba- presenció el rito de la misa y el cabildo que marcaría la fundación, muy cerca de la acogedora bahía, de una villa bautizada como San Cristóbal de La Habana.

Así comenzó la historia de la capital cubana. Una historia que sabe de grandezas, y también de perseverancia frente a las adversidades. Gracias a ella, y a considerables dosis de osadía, el núcleo fundacional de la ciudad vive un admirable momento de resurrección. Y no es sólo porque la gesta restauradora rescate la magnificencia de palacios o fortalezas coloniales.

Es que forma parte de un proyecto de dignificación humana. La rehabilitación del centro histórico de La Habana y su revitalización social deben enorgullecer a cada cubano, porque es un modelo de gestión dinámico y de amplia proyección.

Por una Habana mejor

Dentro de dos años se festejará el quinto centenario de la fundación de La Habana, ciudad que no conoce de modernidades vanguardistas, pero fascina por sus atributos arquitectónicos, históricos, culturales.

En esta cuenta regresiva hacia la gran celebración habrá que librar muchas batallas y conquistar nuevas victorias para que la imagen de la capital cubana -más allá de su precioso centro histórico- siga ganando en belleza y bienestar. Hay que seguir aunando voluntades y experiencias.

La Habana merece que se le quiera más. Porque siempre está presta a abrir sus brazos. No oculta sus cicatrices por el paso del tiempo o por su digna resistencia, pero subyuga por su gallardía. La Habana, donde nació José Martí, tiene el alma cálida y está lista para ser un hogar aún más amable para quienes la habiten. En su cumpleaños, lo celebra feliz y esperanzada.