Un mural firmado por Espíndola y Saavedra que se levanta en el terreno donde fueron enterrados. Foto Cubadebate

El aniquilamiento del grupo de Retaguardia, bajo el mando de Vitalio Acuña, Joaquín, aquel 31 de agosto de 1967, fue de los momentos más duros para los combatientes de la guerrilla del Che en Bolivia.

Pasadas la cinco de la tarde, por la zona conocida como Vado del Puerto de Mauricio, en la confluencia del Río Grande y el Masicuri, fueron masacrados ocho de los diez combatientes: Vitalio Acuña,  Gustavo Machín e Israel Reyes (todos cubanos), y los latinoamericanos Tamara Bunke, Apolinar, Walter, Moisés y Freddy.

Vitalio Acuña, Joaquín

Tamara Bunke, Tania la Guerillera

Gustavo Machín Hoed De Beche, Alejandro

 

 

 

 

 

 

Israel Reyes Zayas, Braulio

Moises Guevara, Guevara o Moisés

Apolinar Aquino Quispe, Polo

 

Walter Arencibia, Walter

Freddy Maymura Hurtado, Médico o Ernesto

Una traición tiñó el río Masicuri de sangre de hombres que representaban la esperanza de justicia y libertad para nuestros pueblos.

Testigos presenciales aseguraron que los guerrilleros fueron asesinados mientras cruzaban el río, sin apenas poder defenderse de una soldadesca emboscada, que semejaba una horrible máquina de matar.

Duro golpe para la guerrilla del Che

Mapa del lugar donde cayeron los combatientes. Foto tomada de Trabajadores

Al referirse a la tropa de Retaguardia, dirigida por Vitalio Acuña, en el resumen de agosto en su Diario, el Che anotó: Fue, sin lugar a dudas, el mes más malo que hemos tenido en lo que va de guerra.Y posteriormente el dos de septiembre reseñaba: La radio trajo una noticia fea sobre el aniquilamiento de un grupo de diez hombres dirigidos por un cubano llamado Joaquín.

Ese grupo de Retaguardia se había separado del Che desde abril, con la encomienda de rencontrarse luego, lo que no ocurrió. Las acciones guerrilleras gozaban de gran repercusión en Bolivia y las hienas de la CÍA, instruidas desde Washington, y las fuerzas del ejército rastreaban la zona de operaciones.

El Che y sus hombres enfilaban hacia la inmortalidad y sembraban un ejemplo de luz en el batallar por la justicia y libertad, que hoy la Humanidad digna reverencia con respeto, admiración y compromiso.