Si un sector recibe con fuerza el impacto del bloqueo impuesto por Estados Unidos a Cuba es el comercio exterior, concentrándose las mayores afectaciones en los ingresos dejados de percibir por exportaciones de bienes y servicios, que ascienden a más de 2 mil 475 millones de dólares.

El cerco provoca serios daños a nuestra economía a partir de la reubicación geográfica del comercio que impone, a lo cual se suma la necesidad de mantener elevados inventarios.

Las empresas cubanas, por culpa del bloqueo, se ven obligadas a trabajar con créditos comerciales, otorgados por los propios proveedores en condiciones más desventajosas.

Por su parte, los daños por concepto de utilización de intermediarios y el consecuente encarecimiento de las mercancías superaron por mucho los 59 millones de dólares, cifra superior al período precedente.