Foto 5.- La organización Barrios por memoria y justicia recuerda en las aceras a las víctimas del terrorismo de Estado. Foto del autor

La organización Barrios por memoria y justicia recuerda en las aceras a las víctimas del terrorismo de Estado. Foto del autor

No hay país que exista sin memoria. Recordar, evocar, guardar en el ideario colectivo un suceso trascendente es una necesidad de supervivencia nacional y eso lo saben bien los argentinos, empeñados ahora en resguardar el recuerdo de los 30 mil desaparecidos por las dictaduras militares.

El Parque de la Memoria, un recinto dedicado a las víctimas del terrorismo de estado, fue inaugurado el 7 de noviembre de 2007 sobre el Río La Plata, en la llamada Costanera Norte, muy cerca del Aeroparque donde está uno de los aeropuertos militares utilizados para los Vuelos de la muerte, en los que arrojaban al mar a detenidos vivos y semidesnudos, inyectados antes con pentotal sódico.

En 14 hectáreas, cuatro largos muros de hormigón contienen 30 mil placas en una dura piedra patagónica en las que están grabados los nombres de hombres, mujeres, niños y niñas víctimas de una despiadada represión política ejercida por un estado dictatorial que no se detuvo ante nada.

De manera cronológica, por año de desaparición, asesinato o caída en combate, y por orden alfabético, están organizados los nombres de las víctimas, de quienes además se señalan la edad y los casos de mujeres embarazadas.

Foto 2.- En el Parque de la Memoria cuatro largos muros de hormigón recuerdan a los 30 mil desaparecidos. Foto del autor

En el Parque de la Memoria cuatro largos muros de hormigón recuerdan a los 30 mil desaparecidos. Foto del autor

Con un singular uso de las señales de tránsito, se explica de manera sucinta la historia reciente de la dictadura militar argentina, en un recorrido que se inicia con una referencia a la Escuela de las Américas, la institución militar norteamericana ubicada en el Canal de Panamá y donde se adiestraron más de 60 mil soldados y policías de 23 países latinoamericanos.

Golpistas y represores argentinos como Eduardo Viola, Emilio Massera y Leopoldo Galtieri, egresaron de ese centro considerado como una Escuela de asesinos y que enlaza de manera directa la responsabilidad de Washington con lo sucedido.

La represión lanzada a toda escala incluyó más de 360 centros clandestinos de detención y tortura, aunque entre ellos el más conocido quizás sea la Escuela de Mecánica de la Armada, la tenebrosa ESMA, por donde se calcula pasaron unos cinco mil detenidos y hoy convertida en el museo Espacio memoria y derechos humanos.

Muchos de esos detenidos, forman parte ahora de la larga y sobrecogedora lista del Parque de la Memoria, cuyo recorrido, bajo el inesperadamente tórrido sol del verano argentino, es un acto perturbador si se trata de apenas colocarse en el lugar de las víctimas o de los familiares que aún los buscan.

Foto 1.-Con un singular uso de las señales de tránsito, en el Parque de la Memoria se explica de manera sucinta la historia reciente de la dictadura militar argentina. Foto del autor

En el Parque de la Memoria se explica de manera sucinta la historia reciente de la dictadura militar. Foto del autor

El sitio se repleta los fines de semana, pero en la tarde de este lunes son pocos los visitantes y un silencio solemne cubre el área, mientras el sol pega fuerte sobre los muros conmemorativos y las 17 esculturas, 12 escogidas por concurso y otras cinco de artistas con un compromiso especial con la lucha por los derechos humanos.

Entre esas últimas sobresale una escultura en medio del agua, realizada por Claudia Fontes, de la figura de Pablo Míguez, un niño de apenas 14 años desaparecido y presuntamente lanzado al Río La Plata como cientos de personas.

Foto 3.- La tenebrosa Escuela de Mecánica de la Armada fue el principal centro clandestino de detención y tortura. Foto del autor

La tenebrosa Escuela de Mecánica de la Armada fue el principal centro clandestino de detención y tortura. Foto del autor

También se destaca la pieza de Nicolás Guagnini, quien con 24 prismas rectos conformó el retrato de su padre, desaparecido en 1977, y cuyo rostro solo puede apreciarse desde un punto y desaparece en el mismo momento en que el espectador se desplaza.

El Parque también acoge un programa de arte público y la Sala PAyS, esta última convertida en un espacio de encuentro, pensamiento y reflexión donde se ofrecen seminarios, conferencias o debates con un compromiso ético de memoria, verdad y justicia.

El lugar pretende que las generaciones actuales y futuras tomen conciencia del horror cometido por el Estado y de la necesidad de velar porque nunca más se repitan hechos semejantes, una tarea en la que también está involucrada la organización Barrios por memoria y justicia.

Foto 4.- Escultura de Pablo Míguez, un niño de apenas 14 años desparecido y presuntamente lanzado al Río La Plata como cientos de personas. Foto del autor

Escultura de Pablo Míguez, un niño de 14 años desparecido y presuntamente lanzado al Río La Plata. Foto del autor

Esa es una organización integrada por grupos vecinales de derechos humanos, que desde 2005 se agrupan en diferentes barrios porteños y son los responsables de las baldosas colocadas en las aceras para señalar los lugares donde vivieron, estudiaron, trabajaron, militaron o fueron secuestrados, los detenidos desaparecidos durante el terrorismo de Estado.

Esos esfuerzos de recuperación de la historia más dolorosa y reciente no pretenden suplantar a la verdad y a la justicia, sino constituirse en homenaje y testimonio del sacrificio de 30 mil personas y en un intento de restañar una herida abierta en la memoria de los argentinos.