Cuba importa anualmente unos 2 mil millones de dólares en alimentos

La Habana, Cuba. – No hay que ser economista, ni siquiera tener estudios profundos, para darse cuenta de que el nuevo coronavirus también ha infectado a la economía nacional.

El mero hecho de haber disminuido sensiblemente la dinámica económica del país, ya de por si constituye un golpe duro. Pero a eso hay que sumar la rotura de las cadenas de suministro de materias primas o productos intermedios, lo que tiene también un reflejo en un país con pocos recursos y muy dependiente de las importaciones.

El turismo, que es el motor de la economía cubana, ha sido quizás el sector más dañado en estas circunstancias y por ende eso tiene un reflejo en las arcas estatales.

Por supuesto que todo esto se hará evidente con mayor claridad cuando hayamos conjurado a la enfermedad y vendrán tiempos duros que solo mitigaremos con el esfuerzo interno.

Ahorrar y producir

Precisamente para enfrentar la actual situación económica, y la que se nos aproxima, hay que apelar a dos importantes fuentes internas.

En primer lugar, el ahorro, una práctica a la que el gobierno está llamando desde hace mucho tiempo y que cobra mayor importancia en estos días de reclusión familiar. Por otro lado, hay que tratar de producir, sobre todo alimentos, donde quiera que se pueda.

Recordemos que el país gasta cada año unos 2 mil millones de dólares en adquirir esos productos, una factura que ahora será difícil de ejecutar por el aumento de los precios ante la disminución de la oferta. Y eso sin olvidar los efectos innegables del bloqueo.

Por eso, como nunca antes, hay que apelar a las potencialidades internas para salvar a la economía nacional de la infección del nuevo coronavirus.