Es público que luego del sangriento episodio ejecutado por esos supremacistas blancos, Trump se negó a condenarlos.

Crecen las inquietudes sobre el presidente Donald Trump hasta en su partido. Un análisis de la Associated Press (AP) comentó el hecho esta semana bajo la firma de Julie Peace y Bill Barrow.

Ambos se remiten a pronunciamientos de Trump sobre la violencia en un mitin de carácter neonazi donde cuestionan su capacidad para el cargo. Pero también lo sitúan como ejemplo de quejas sobre un presidente en funciones lanzadas por sus seguidores.

Antes hubo críticas de senadores republicanos ex-aliados de Donald Trump, y el inicio de graves preocupaciones sobre la presidencia. Investigaciones de AP en nueve de sus territorios arrojaron serias dudas sobre su aptitud dirigente.

Uno de los entrevistados, Chip Lake, funcionario republicano en Georgia, opinó que no será posible mantener esta situación durante los próximos cuatro años.

Trump lanza gasolina al fuego

Esta semana los hechos en Washington prosiguieron tornándose cada vez más complicados, y esa tendencia no debe mejorar a corto plazo. Líderes empresariales abandonaron la asesoría de la Casa Blanca para no ser identificados con esta.

El mismo camino siguieron relevantes jerarcas militares opuestos a que el presidente haya igualado a racistas y sus oponentes en la ciudad de Charlottestville. Sobre este incendio Trump lanzó aún más gasolina al añadir que, entre quienes marcharon con los neonazis había personas excelentes.

Es público que luego del sangriento episodio ejecutado por esos supremacistas blancos, Trump se negó a condenarlos.

Según observadores, la continuidad de esos sucesos podría llegar a imponer el aislamiento de su multimillonario presidente. Lo corrobora la toma de distancia asumida por relevantes figuras empresariales y de la esfera militar.