Los cruceros objetivo de la agresión imperial contra Cuba

La Habana, Cuba. – La ley Helms-Burton contiene el más salvaje esfuerzo de Washington para frenar el ingreso de divisas a Cuba.

Repiten un propósito que ya sobrepasa los 50 años, impedir, o entorpecer, la vida cotidiana de los cubanos. Y en tal escenario herir la alimentación, así como los servicios médicos de sus habitantes. ¿Cuándo arrancó esa maquinación? El 19 de octubre de  1960, Washington prohibió casi todas las ventas que hacía a La Habana.

Alegando razones humanitarias no incluyeron entonces los alimentos y las medicinas, aunque desde 1959 le bloqueaban el ingreso de divisas.

Era solo el comienzo de una historia que incluiría desde el cerco al suministro de medicamentos contra el cáncer hasta castigos a ancianos por montar bicicleta en Cuba. Más adelante vendrían  episodios que alarmarían al cielo.

Asambrosa histora de la Helms-Burton

Luego de transitar un camino de iniquidades, sin lograr el fin de la Revolución cubana, Washington echó mano a la ley Helms-Burton. Esto sucedió a mediados de 1996, valorada como lo peor concebido en el Norte contra Cuba.

¿Su esencia? Desplegar un cerco mundial para cortar la respiración a su vida productiva. Un hecho sin precedentes que impuso rechazos entre la gente e instituciones decentes del planeta.

En tal escenario se distinguió la sostenida intención de golpear los recursos financieros del vecino antillano. De manera especial, los procedentes del turismo. Ello se aprecia en las nuevas órdenes dictadas por Trump para endurecerle aún más el bloqueo.

Sin embargo, ¿dónde radica lo nuevo? Este año Cuba espera el  arribo de unos 4 millones de turistas. O sea, dicho intento de arrinconarle sus fondos, no transcurre plácidamente.