La Habana, Cuba. – El 12 de septiembre de 1998, agentes del FBI (Buró Federal de Investigaciones) detuvieron en Miami a un grupo de cubanos, bajo el pretexto de que actuaban contra la seguridad de Estados Unidos.

El operativo se realizó en contubernio con la mafia terrorista que allí actúa impúnemente, a pesar de las alertas y evidencias aportadas por Cuba a las autoridades estadounidenses. Cinco patriotas: Gerardo Hernández, Antonio Guerrero, Fernando González, Ramón Labañino y René González fueron aquel día hechos prisioneros y confinados a celdas de aislamiento.

Las acusaciones iban desde la de cometer actos de espionaje hasta la de conspiración para cometer asesinatos, cuando en realidad su misión fue la de monitorear la actividad de los grupos terroristas anticubanos, para prevenir sus acciones violentas contra la Isla.

¡Volvieron!

Después de un amañado juicio en Miami -el más prolongado en la historia de Estados Unidos- en 2001 los cinco antiterroristas cubanos fueron injustamente sancionados a muchos años de prisión, incluidas varias condenas a cadena perpetua.

El caso de los Cinco -como se conoció- levantó una campaña incansable del pueblo cubano por la liberación de quienes pusieron en riesgo sus vidas para preservar la de sus compatriotas. Fidel comprendió que la batalla por la justicia sería larga, de años, y a ella se sumó la solidaridad internacional.

Cuba no abandonó a Gerardo, Toni, Fernando, Ramón y René. En la dura prisión sintieron el aliento permanente de hombres, mujeres y niños.

!Volverán! aseguró Fidel en tribuna abierta en 2001. Los Cinco resistieron con firmeza la rigurosa prueba. Y tal como predijo el líder de la Revolución: ¡Volvieron!