Alarcón dio la ventaja momentánea a Cuba en el 6to. Foto tomada de Twitter @WBCBaseball

Esta vez carácter y corazón, bandera e himno del béisbol cubano no alcanzaron, pues en un ejercicio extenuante, los de la Isla, que nunca se arrugaron, se quedaron cortos ante el fértil juego de Japón, que además de herirnos de gravedad 8 por 5, conservó su invicto en el Cuarto Clásico Mundial.

Fueron martillo al ataque los asiáticos, Tetsuto Yamada, firmó par de jonrones y tres remolques y Yoshitomo Tsutsugo, fletó dos, mientras que en la trinchera criolla, inyectada por la necesidad, descollaron Yurisbel Gracial, burlando las cercas y Victor Victor Mesa y Yosvany Alarcón, que fletaron dos y una por ese orden.

Desde el box para Cuba emociones, tensión y dolor a toda mecha, Miguel Lahera, inclinó la rodilla, luego de relevar a Yoanni Yera, que sustituyó al digno abridor Vladimir Baños; Japón en feliz y oportuna combustión diez ponches y ningún boleto acuñaron su dominio.

Hoy desde las once pasado meridiano en el Cuarto Clásico Mundial de Béisbol, otra pelea de estirpe y plomo, pues toca retar a la volcánica  Holanda, a quien se la he hecho familiar lanzarnos  directos a la mandíbula, que nos han dejado aturdidos y huérfanos de felicidad.